
asi como viniste.
Las luces descoloridas, el viento frío
los cuerpos desnudos.
Deshojemos el tiempo que tenemos
en las manos.
Y portemos el estandarte de la libertad
encadenada.
No me averguenza contarte mis secretos
mas oscuros.
Debajo de estas sábanas y a escondidas
de las miradas extranjeras.
Mañana ya no estarás conmigo y
volveremos
a ser almas arrastradas por el caminar
cotidiano.
Perderé el brillo de tus ojos, en esta
estúpida ciudad gris.
Pensaré algunos segundos
en tus besos,
solo por la delicia de torturarme
un poco.
Buscaré algún alma que me recuerde
tu aroma de hombre.
Y tomaré las brazas de lo que por ti
haya sentido.
Transfigurando mis besos en alguna piel nueva
olvidaré.
Que esta noche, pude haberte tenido
todo mío.